Si en época decembrina, es característica indiscutible la devoción a la Inmaculada Concepción, como una de las más grandiosas y célebres festividades de Palma de Rio, de igual manera sucede en el mes de noviembre, con la Natividad de la Virgen. Tradición cristiana, que se extiende más allá de Palma del Río, hasta Belmez o Cabra.
Sin embargo, específicamente en Palma de Rio, el 8 de septiembre de cada año es la fecha reservada para venerar y honrar a la Santísima Virgen María de Belén. Día en el cual se dedican diversas actividades no solo religiosas sino también deportivas, culturales, sociales e incluso educativas.
Este año (como ya es costumbre), por ejemplo, en la Parroquia de La Asunción tuvo lugar la misa en honor a la Santa Patrona, a la cual se dieron cita decena de feligreses, manifestando su fe e incluso dando evidencia de milagros y favores concedidos.
Además de ello y casi en paralelo, en calles cercanas a dicha Iglesia tuvieron lugar dos eventos de tipo más bien deportivo ferial. Me refiero a la carrera de cintas a caballo, que estuvo bajo la organización de la asociación de caballista Pepe El Bodega. Y la segunda actividad se trató de la XXVI Milla Urbana Ciudad de Palma del Río, que se llevó a cabo por parte del Club de Atletismo Palma del Río.
No obstante, no se trató ni remotamente de las únicas actividades que tuvieron lugar durante la mañana ni a lo largo del resto del día. Pues, en la misma mañana, se llevó a cabo la actividad denominada Vive tu río, la cual consistió en atravesar a través de piraguas, las aguas del rio Guadalquivir, esto a cargo de la institución OJE de Palma del Río.
Al caer la tarde, sobre las 20:00 horas, desde la Parroquia de la Asunción tendría lugar la salida a procesión de la Hermandad de la Virgen de Belén.
Este año, se dejó escuchar la marcha Virgen de Belén, la cual fue compuesta por el médico Braulio García. Al asomarse la medianoche, regresó la Virgen a su templo.
El juego de pirotecnias, encendieron la oscuridad del cielo. Posteriormente, para cerrar con broche de oro, la celebración de la Natividad de la Virgen, el Toro de fuego, a más de uno asustó y puso a correr frenéticamente en el espacio reducido planificado para realizarse.